Mochilas de la Esperanza

Fundación Infantil Ronald McDonald México, sus voluntarios y personal de los Restaurantes McDonald´s, suman recursos y esfuerzos para llevar a cabo el programa especial Mochila de la Esperanza en hospitales públicos de los estados de Guerrero, Nuevo León, Sinaloa y, por primera vez, en el Hospital Infantil de México Federico Gómez y el Centro Médico Nacional la Raza en la Ciudad de México.

Las Mochilas de la Esperanza son entregadas a niños y niñas con enfermedades complejas que deben permanecer hospitalizados por largas temporadas. Cada Mochila cuenta con artículos básicos de aseo personal para fomentar su higiene, hacerlos sentir acompañados y atendidos durante esta larga etapa de sus vidas.

Este programa tiene como objetivo ser un medio de contención y de orientación para mamás y papás, de escasos recursos, que se encuentran en una crisis médica a través de información relevante sobre el proceso que están pasando sus hijos para superar la enfermedad y recuperar la salud.

En 2019, entregamos un total de 2,333 Mochilas de la Esperanza a igual número de niños y niñas hospitalizados.

Carrito de la Esperanza

Fundación Infantil Ronald McDonald México, con el apoyo de sus aliados y voluntarios, lleva a cabo el programa especial Carrito de la Esperanza cuyo objetivo es acercar hasta las camas de niños y niñas hospitalizados, actividades educativas y recreativas que les ayuden a distraerse un poco de sus problemas de salud.

Los Carritos son llevados por voluntarias, que comparten su tiempo y cariño con los niños para hacerlos sentir mejor a pesar de los problemas de salud que enfrentan. Actualmente, este programa se lleva a cabo en los hospitales públicos donde se ubican las Salas Familiares Ronald McDonald. Tres de ellas en el Estado de México, una en la ciudad de Puebla, una en la ciudad de Guadalajara y una en el Estado de Guerrero.

En 2019, los Carritos de la Esperanza acompañaron en su proceso de recuperación a más de miles de niños y niñas hospitalizados.

 

Gracias a los doctores y a la Casa Ronald, podré superar el cáncer

Leonel, de 13 años, fue diagnosticado con Leucemia Linfoblástica Aguda. Por la fragilidad de su salud, se quedará en La Casa Ronald durante la cuarentena por el Coronavirus.

A su mamá le preocupa mucho que el Coronavirus ya llegó a Puebla. Como su hijo padece cáncer y sus defensas están bajas, puede contagiarse fácilmente.

Ella nos comenta “Dentro de La Casa Ronald McDonald Puebla, estoy llevando a cabo todas las indicaciones que nos da el personal. Al regresar de la calle lo primero que debo hacer es ponerme gel anti bacterial. Cada vez que suena el timbre debemos bajar a lavarnos las manos y después ponernos gel”.

“…También sabemos que debemos de limpiar las perillas de puertas de nuestras habitaciones para mantener un ambiente limpio. Yo voy a seguir haciendo todo lo que me digan en el albergue y en el hospital, por el bienestar de mi hijo.”

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Ante la enfermedad, la esperanza me mantiene en pie.

Bryan López Corona de 15 años, fue diagnosticado con Hidrocefalia y un tumor maligno en el cerebro.

En el Instituto Nacional de Pediatría, Bryan entró a neurocirugía inmediata. Posteriormente, le dieron tratamiento en oncología y endocrinología.  Ya empezó con sus quimioterapias y radioterapias, y se encuentra mucho mejor.

Su papá Óscar López comenta “Estamos muy agradecidos con la Casa Ronald por el apoyo que nos dan. Nosotros venimos del Estado de Morelos al hospital para que Bryan pueda continuar con sus tratamientos.”

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Eli enfrenta las adversidades con una gran sonrisa.

Eli Camil nació con Síndrome de Váter, escoliosis, mini vértebras de mano zamba con ausencia de radio, ausencia de costillas y dos de ellas pegadas.

Desde muy pequeña tuvo que utilizar aparatos para estirar los ligamentos y músculos de su brazo para mejorar su movilidad. Pronto le harán una resonancia magnética para poder operarla y corregir la escoliosis de su columna. Junto con su mamá, ha sido huésped de la Casa Ronald McDonald en Tlalpan, por varios años.

Para su mamá, Janeth Yuridia “La Casa Ronald es una bendición ya que venimos desde Veracruz al hospital Shriners para sus consultas y tratamientos”.

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¡Lucha contra el cáncer y las bacterias!

 

Luis Iván no se rinde. Desde los 4 meses de edad presentó diarrea y calentura muy alta por lo que sus padres lo llevaron al Hospital de Huejutla donde le quitaron un  ganglio para analizarlo y lo canalizan al Hospital del Niño en Pachuca.

Sus padres no sabían qué tan grave estaba su hijo, quien nació con el síndrome linfoproliferativo, que es causado por una mutación en el gen que codifica la proteína FAS y también es conocido como enfermedad de Castleman o hiperplasia ganglionar, una enfermedad rara en la que el sistema linfático madura células linfáticas que son de tamaño poco común y se caracteriza por hiperplasia de los ganglios linfáticos.

En el hospital del Niño en Pachuca informan a sus padres que el ganglio que le quitaron era Cáncer por lo que trasladan a Luis Iván de inmediato al Instituto Nacional de Pediatría, directamente a Oncología, donde solicitan un lavado de estómago y detectan que presenta una infección por una bacteria la cual podría ser incurable.

Los médicos especializas comienzan a realizar una serie de estudios y le informan a los papás que todos son órganos están contaminados por una bacteria y al realizar una endoscopia descubren bolitas, como si fueran un tipo de “granizo” que están en todo su esófago, hecho que visiblemente ocasionó la infección.

A partir de los análisis, se confirma diagnóstico de Linfoproliferativo y comienza tratamiento. Luis Iván lleva 11 años en tratamiento. Lo han operado alrededor de 6 veces, según recuerda su mamá, para quitarle ganglios que posteriormente envían a patología para su estudio. Afortunadamente los estudios de los últimos ganglios que le quitaron salieron normales.

Sin embargo, Luis Iván también tiene problema de hígado por lo que ha estado en tratamiento y en la última revisión le han informado que su hígado se está recuperando.

Luis Iván no se rinde ante nada y acude a consulta mensualmente para que le apliquen gamaglubina que es una vacuna que le ayuda a recuperar defensas y protege su hígado. Cuando viene a la Ciudad de México a sus consultas y tratamientos, se hospeda con su madre en la Casa Ronald McDonald, donde puede estar tranquilo y seguro, en un ambiente cálido y amoroso.

Iván y su madre tienen una habitación con baño propio y reciben 3 alimentos al día y apoyo de transporte para ir al hospital donde lo atienden. Por lo general, se queda de 1 a 8 días en La Casa Ronald McDonald, cuando requiere ser internado para estudios o un control más detallado de su enfermedad.

A pesar de las dificultades que ha tenido que sortear a lo largo de su corta vida, Luis Iván no se rinde, mantiene su ánimo y está seguro que algún día recuperará totalmente su salud y podrá volver a su hogar con su familia y sus hermanos. 

¡Ama la vida!

María Fernanda fue encontrada a los 4 meses de edad en la zona de Ypané, Paraguay en el interior de una caja de zapatos que había sido prendida con fuego por sus padres y presentaba un estado avanzado de putrefacción. 

Una señora llamada Asu, que pasaba por el lugar, escuchó el llanto de la niña, la rescató y la llegó al hospital del Niño Quemado en  Paraguay en busca tratamiento pues la niña presentaba quemadura de segundo  y tercer grado. Los médicos realizaron un procedimiento llamado escarotomia en miembros inferiores, para salvarle la vida.

Además de las quemaduras, los médicos realizaron varias pruebas y análisis que demostraron que la pequeña presentaba anemia severa, desnutrición en segundo grado, infección en la piel, derrame pericardio leve, todo ello como consecuencia del maltrato infantil que sufrió a los pocos días de nacida.

María Fernanda, quien ama la vida, tuvo que estar en tratamiento durante mucho tiempo para atender las quemaduras en su piel, le colocaron mayas elásticas para ayudar a la regeneración del tejido y a uniformar la tonalidad de su piel.

Después de estar 117 días en la sala de terapia intensiva, María Fernanda logró salir adelante con el cuidado de los médicos y de Asu, quien nunca se separó de su lado y se comprometió con el cuidado de la pequeña. Fue dada de alta con el compromiso de seguir su tratamiento y que Asu cuidara de ella para que la niña recuperara peso.

Asu, pidió apoyo al Hospital Shriner de Paraguay para que María Fernanda pudiera recibir tratamiento especializado, prótesis y rehabilitación constante para que pudiera caminar. A los seis años de edad, las prótesis de plástico le causaron una reacción alérgica por lo que tuvieron que retirarlas.

María Fernanda le pidió a los Reyes Magos unos zapatos especiales para poder caminar. Un amigo de Asu se conmovió tanto con la historia de María Fernanda y el gran deseo y compromiso de Asu de ayudarla, que se las ingenió para fabricarle unos zapatos especiales a la medida para que pudiera caminar y así logró cumplir su deseo.

Asu, comenta que al cumplir 4 años de tener a Fernanda a su cuidado y anunciar en televisión la existencia de la niña, puesto que no hubo familiares que se presentaran a reclamar su custodia,  las autoridades competentes en la materia le propusieron la posibilidad de que la adoptara y ella feliz aceptó. Los trámites se llevaron a cabo y ahora María Fernanda tiene una madre amorosa que cuida de ella y tiene hermanas con quienes compartir su vida, jugar y ser feliz. 

María Fernanda llegó a México el 14 de abril a la Casa Ronald McDonald con una nueva oportunidad para colocar una prótesis funcional que le ayude a caminar. También es necesario corregir su rodilla que se encuentra desviada por la posición que adoptó para poder desplazarse que era gateando. Así mismo es necesario corregir una escoliosis leve, también consecuencia de la posición que adopta para mantener su equilibrio.

Estos procedimientos quirúrgicos se llevaran a cabo en el mes de agosto y conforme se vaya recuperando de estas cirugías, se podrán realizar las siguientes, por lo que María Fernanda y su mamá estarán en la Casa Ronald McDonald hasta el mes de enero mientras recibe tratamiento y recupera su salud para poder volver a casa con Asu y sus hermanas porque María Fernanda ama la vida.   

 

El padecimiento de Nahomi comenzó con una gripe a la edad de 6 meses. Preocupados, sus padres la llevaron al Hospital del Niño Morelense, en donde, después de varias pruebas le diagnostican Anemia de Células Falciformes.

A partir del diagnóstico, el 12 de septiembre de 2017, fue canalizada al Instituto Nacional de Pediatría ya que las “crisis”, ocasionadas por un nivel bajo de plaquetas y falta de oxigenación, eran cada vez más fuertes y frecuentes.

Tras varios meses de ser valorada, le informaron a sus papás que el padecimiento de Nahomi podía ser tratado por medio de un “Trasplante de médula Ósea”. Por lo general, las personas más compatibles para este tipo de trasplante son los papás o los hermanos.

Con la esperanza de que Nahomi pudiera curarse totalmente, comenzaron a realizar los estudios de compatibilidad y afortunadamente su padre resultó compatible al 100%.   Después de una larga jornada de estudios médicos y de laboratorio, con tan solo dos años de edad, Nahomi fue internada el 8 de mayo para realizar el procedimiento de trasplante de médula ósea.

El trasplante de médula ósea de Nahomi fue un éxito. Gracias a este procedimiento hubo una gran mejoría en su salud y los niveles de plaquetas y oxigenación se encuentran en el nivel óptimo. Nahomi aún tiene que cumplir algunas restricciones médicas y seguir con cuidados especiales pero, afortunadamente, no presenta signos de rechazo al trasplante.

Nahomi deberá seguir en vigilancia y tratamiento en el hospital, hospedándose en Casa Ronald Mc Donald México hasta cumplir un aproximado de 120 días del trasplante para que se pueda considerar la aceptación total por parte de su organismo.

Una vez que transcurran los 120 días y los médicos del hospital valoren la aceptación del trasplante de Nahomi, decidirán si la pueden dar de alta para que pueda continuar con su vida en compañía de sus padres y hermanos.